martes, 24 de enero de 2012

Apariencia de límite

Guárdame
lo que encierre tu mano,
el hueco transparente
donde tal vez repose,
sin memoria de sótanos
que como pez me ocluye.
Reiné un día de brumas
no querido por nadie.
Pero sé del deseo
de un cauce silencioso.
Una palabra basta
vibrante que recuerde
el descanso de helechos
que no holló la serpiente.
En tu mano que abres
se posa el sueño blando
de un planeta sin peso:
salva el fuego, si caigo,
allí donde fui libre.
 
 
* (Este poema fue escrito al leer por sorpresa otro poema mío, De lo adverso, en el blog Pura Tura de Miguel Ángel Lama. Dialoga con él a la vez que es independiente. Posibilitando ese contraste y sentido, así han aparecido juntos en el número del mes de enero de La bolsa de pipas de Roman Piña Valls que debe estar camino de mi buzón. Á. V. en Soria medió hace unos meses este encuentro)
  

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